Dirección: Calle Gaitán 3 – Jerez de la Frontera – Cádiz
Teléfono: 956 34 58 59
Es uno de los lugares con mayor tradición de la ciudad, no en vano en los 60 años de antigüedad que tiene, han pasado por allí ilustres personalidades, lo que se refleja en las fotografías que podemos ver por todo el local.
Se encuentra situado en una de las calles perpendiculares a la calle Porvera, muy cerca del centro de Jerez de la Frontera.
Según entras al restaurante, te encuentras un salón alargado, con una decoración clásica y con aproximadamente unas 20 mesas que se amplían en algunas mas con una especie de reservados que tienen al fondo del local.
La carta está basada principalmente en especialidades andaluzas tradicionales, que el que ha sido su propietario durante muchos años Juan Hurtado, ha ido enseñando a los diferentes chefs. En la actualidad es Pepe Román el que se ocupa de la dirección.
En esta nuestra primera visita, decidimos ir por proximidad al Hotel Prestige Palmera que es donde nos quedamos, y del que separan apenas 5 minutos caminando, y nos gustó mucho.
Entre los entrantes, pedimos el tradicional gazpacho que estaba muy bueno, y unas croquetitas caseras rellenas de carne que estaban bien sin entusiasmar demasiado. Entre los platos principales, probamos la cola de toro al estilo jerezano que estaba muy buena y el cordero confitado con miel que fue el mejor plato de todos.
Como postre probamos el tocino de cielo, muy rico y recomendable para los amantes de lo dulce, y el helado de turrón servido en una tulipa que también estaba muy bien.
La carta de vinos es más que correcta, con diferentes denominaciones de origen y en la que no puede faltar su espacio para los vinos de jerez, que además tuvimos la oportunidad de conocer el pequeño tesoro que guardan a modo de bodega, en el que con suelo de albero auténtico tienen sus propios vinos. Nosotros pudimos probar el Pedro Ximenez y estaba muy bueno.
El servicio fue exquisito en todo momento, tanto en atención y recomendación sobre platos y vinos como en el tiempo de espera entre los mismos. Al final de la cena, como ya comenté antes, nos enseñaron su bodega y pudimos degustarlo, así como conocer algunos de los premios que posee.
En la actualidad pertenece a la ruta de vinos y brandys, cuya inclusión o no, depende del consejo regulador.
La relación calidad/precio es muy buena ya que por 35 euros por persona aproximadamente se come de maravilla y se pasa una velada muy agradable.
Tienen como es habitual en esta ciudad, un menú maridaje que me quedé con muchas ganas de probar, y que sin duda lo haré en mi próxima visita, ya que es un sitio al que sin duda volveré.
Al ser mi primera visita y como suelo acostumbrar por cautela, voy a dar una valoración de notable alto, pero nuestras sensaciones tras la cena fueron muy buenas.
Valoración – 8/10
Me encanta este lugar. No solo la comida sino todo el restaurante con sus fotos y su ambiente