Lugar: Restaurante Vila Joya
Dirección: Praia de Gale, Albufeira – Portugal
Teléfono: 35 128 95 91
Web: www.vilajoya.com
Se encuentra situado en la Playa de Gale, a unos 15 minutos de Albufeira, la ciudad mas turistica del Algarve. Me ha llamado la atención la cantidad de restaurantes con estrellas Michelín en la zona. Además de este estuvimos en el Restaurante Sao Gabriel que comentaré otro día.
El restaurante se encuentra dentro del Hotel Vila Joya, una finca sobre el mar que cuenta con 17 habitaciones y un spa, además del restaurante.
Está considerado como el mejor restaurante de Portugal según la guía Michelín, siendo el único del país luso que cuenta con 2 estrellas Michelín, desde el año 1999. En la actualidad existen en la Península Ibérica únicamente 6 restaurantes que tienen 3 estrellas Michelín y 10 que cuentan con 2 estrellas.
Su chef es el austríaco Dieter Koschina, que desde hace mas de 10 años se ha instalado en este precioso lugar.
Tras cenar en el restaurante Vila Joya, me quedo por encima de todo con su puesta en escena, que comienza desde el momento en el que llamas al timbre del hotel para que te abran la barrera hasta el momento que te marchas.
La frase “Bienvenidos al Paraíso” cuando respondes al interfono de la entrada, deja patente la seguridad que Joào, el responsable de las reservas tiene sobre su producto. Se trata de un hombre que lleva más de 20 años en el restaurante y al que tenemos que agradecerle el habernos conseguido una mesa con muy poco tiempo, además del trato que te da que es sensacional.
El restaurante se encuentra situado en una terraza sobre el mar que por la noche con la puesta del sol, se convierte en uno de los lugares más románticos en los que se pueda cenar. Las velas y flores en la mesa también ayudan a crear ambiente.
El público es en su mayoría alemán e inglés y más del 50% son clientes del hotel.
La decoración es de corte clásico, muy elegante y el ambiente creado con la luz de las velas le otorga una atmósfera digna de presenciar.
Los camareros visten unos originales trajes blancos con fajines negros muy bonitos.
Como sacado de una película de gangsters, un portugués bien parecido hace las veces de maitre y sumiller ya que no existe carta como tal sino que se trata de un menú gastronómico que cambia cada día y que como si se tratase del menú de una boda, te encuentras sobre la mesa con la fecha del día. Si no estás de acuerdo con alguno de los platos se ofrecen a cambiarlo.
El menú tiene un precio de 135 euros y consta de 5 platos más el postre, si bien entre aperitivos, sorpresas del chef y petit fours te acaban trayendo más de 15 cosas diferentes.
El recorrido gastronómico, comienza con un gazpacho y una sardina encostrada en una patata a modo de aperitivos. Correctos pero nada especial.
Traen un plato con varias creaciones del chef, un helado de ostras, un huevo de codorniz enrrollado en pan, una ciruela con bacon y una patata frita envolviendo algo parecido al chorizo.
Para terminar la ronda de aperitivos, un tartar de diferentes pescados con caviar beluga que sin duda se convierte en la estrella hasta el momento.
En este punto comienzan con el menú degustación propiamente dicho o mejor dicho lo que aparece en la carta personalizada que tienes sobre la mesa.
Como primer entrante, unas vieiras salteadas sobre spaghetti de consomé con crujiente de Carbonara. Una mezcla de sabores muy curiosa y que nos gustó muchísimo.
Como segundo entrante, langostinos con masas finas, que tal vez fue lo más flojo de todo ya que si bien la materia prima es muy buena, no tienen nada de particular en la elaboración.
Como tercer entrante, calamares rellenos sobre risotto de Choco que estaban buenísimos.
Como platos principales, filete de salmonete con puré de tomate y cebolla, acompañado de pata negra y espuma blanca de balsámico y Pichón ahumado con lentejas Beluga con hígado de ganso. El pescado muy bueno y el pichón espectacular, sin duda alguna el mejor plato de todos.
Una vez terminado con los platos salados, dos creaciones sorpresa más del chef, en este caso dulces dulces, además del postre propiamente dicho. Como creaciones, un capuchino con diferentes texturas y una delicia de chocolate, como postre, melocotones escalfados con parfait de pistacho y helado de stracciatella.
Junto con el café, los llamados petit fours, pequeños dulces que estaban muy buenos.
El servicio es sensacional, camareros jóvenes con mucha motivación sirven cada plato por parejas y lo recogen de la misma manera, continuando con la puesta en escena, y además de la profesionalidad de los camareros hay que destacar su simpatía tanto en el esfuerzo por traducirte los platos como por responder a cualquier pregunta que les haces.
Una carta de vinos impresionante, sólo trajeron la de vinos tintos que era la que pedimos y tenía más de 100 páginas con predominio de vinos portugueses, pero con muchas referencias internacionales. Los precios entre 40 que es el más barato y lo que quieras pagar. Nosotros optamos por un vino del Alentejo muy rico.
Nuestra cena duró aproximadamente 4 horas por lo que te da tiempo a empaparte del lugar.
Si bien es casi todo perfecto, un par de puntos negativos a tener en cuenta de un restaurante de esta categoría. Hoy en día están de moda las cartas de agua, que me parece interesante para el que entienda que no es mi caso. El caso es que aquí no traen carta de aguas, te traen una jarra y te cobran 7,5 euros por cada litro pero nunca llegas a ver la botella. Es más el detalle que otra cosa ya que en una cena que ronda los 170 euros por persona, parece insignificante pero unido a alguna otra cosa, marca un poco la tendencia a “hinchar” la factura.
Decir que recomiendo este restaurante sería una perogrullada ya que es evidente que merece la pena ir, aunque sea para una ocasión especial si estás por la zona pero claro está que los precios que se manejan son altos. He probado otros restaurantes no tan galardonados y que no tienen nada que envidiar en la parte culinaria pero sin duda el entorno no se puede mejorar.
Valoración – 9/10
Celebramos allí nuestro aniversario de bodas y pasamos una semana en el lugar. Que lugar tan impresionante, las vistas, la atención, la paz que se respira en el ambiente es inigualable. Hemos estado en otros Spa y sin duda la sensación de tranquilidad que se obtiene aqui con sus vistas al mar no la he tenido en otro lugar.
Lo del restaurante es tema aparte, yo nunca había estado en un 2 estrellas por lo que no puedo comparar pero Vila Joya merece todos los premios que le den. Nos ponían alrededor de 9 platos y a cada cual mejor y lo bueno es que todo transcurre en un ambiente tranquilo, tirando hacia lo familiar y no en plan estirado como pudiese parecer. Una maravilla en todos los sentidos.
Restaurante Sào Gabriel – Algarve – Portugal « Espacios Secretos
[…] En el término municipal de Almancil, además de Sáo Gabriel también cuentan con una estrella Michelín el restaurante Amadeus y el restaurante Henrique Leis. En el término de Quarteira, está el Restaurante Willie´s y a unos 35 kms en el término de Albufeira, está el Restaurante Vila Joya. […]
Restaurante Donaldo´s – Algarve – Portugal « Espacios Secretos
[…] Restaurante Vila Joya – Algarve – Portugal […]
Es una maravilla . Para mi es uno de los mejores restaurantes del mundo
Un lugar perfecto en una ubicacion sensacional
Restaurante Santceloni « ESPACIOS SECRETOS
[…] Tras sentarte en la mesa comienzas a percibir otro de los grandes atractivos de Santceloni, el exquisito servicio que en mi modesta opinión y siempre comparando con los restaurantes que conozco colocaría en el primer puesto de las listas madrileñas y en el tercero global tras Martín Berasategui y Vilajoya. […]
Central, crónica de una experiencia memorable
[…] Más allá de listas o rankings o en entrar a valorar la posición para cuya labor me quedan todavía muchos restaurantes por visitar para poder hacerlo, la visita al restaurante Central es una maravilla y en mi modesto bagaje, lo incluiría en esa pequeña selección de experiencias personales insuperables que trascienden más allá de lo gastronómico como ya me pasase con Martín Berasategui, Diverxo o Vilajoya. […]