Lugar: Restaurante Wogaboo
Dirección: Calle Ibiza 41 – Madrid
Teléfono: 91 400 94 78
Permite Reserva online Restalo
Normalmente no suelo escribir en el blog este tipo de entradas ya que lo que a mí me gusta es recomendar lugares a los que ir y no lo contrario pero teniendo en cuenta que había leído cosas interesantes en diferentes publicaciones y que nuestra visita fue tan diferente a lo que esperaba, voy a compartirla con vosotros.
Nuestra visita fue al restaurante situado en la Calle Ibiza 41 ya que se trata de un modelo de restaurante franquicia que cuenta con diferentes ubicaciones.
El local es muy llamativo desde el exterior, con grandes cristaleras y unas letras rosadas con el nombre del restaurante.
La decoración del interior apuesta por un diseño moderno que quiere imitar los locales neoyorkinos y que está presidida por un gran ventanal por el que se puede ver la cocina y como se trabaja en ella. Las mesas más grandes están bien pero las pequeñas no guardan suficiente separación con las contiguas.
Nosotros no pudimos disfrutar de esa vista de la cocina en vivo ya que nos pusieron en una mesa justo debajo de la ventana y no hubo posibilidad de cambio. Un pequeño cojín en la espalda sin mucho sentido complementa la decoración de la mesa.
El concepto gastronómico que vende es el “fun eating”, comidas o cenas divertidas con nuevas recetas de lejanas cocinas del mundo.
Como gran fan de los mojitos, no pude resistirme a optar por una degustación de platos de diferentes nacionalidades y una barra libre de mojitos. No es que sea partidario de esta bebida con la comida, pero por aquello de experimentar el concepto del restaurante.
Dicha degustación comienza con un plato para compartir en el que se pueden probar una brocheta yakitori con salsa de cacahuete típica de la cocina thai que llegó completamente fría, unas gyozas japonesas muy chiclosas y un Tartare de atún y aguacate que apenas tenía sabor.
Junto con el plato llega un mojito, o eso nos dijeron que era, con un vaso que contiene un 80% de hielo y una pequeña cantidad de algo que parece limón. Es curioso que la carta contiene unas fotografías de mojitos preciosas con su hierbabuena y todo que la camarera no supo explicarnos donde la habían dejado. Tuvimos un momento divertido cinéfilo recordando la película Un día de furia en la que Michael Douglas entraba en una hamburguesería y su famosa frase “esta hamburguesa no es como la de la foto”
Llega el segundo plato, con una croqueta funghi porcini que no estaba mal, unas empanadillas jamaicanas sin ningún tipo de sabor, una mini hamburguesa de solomillo que también estaba fría y el arroz Mahi-mahi al estilo del Pacífico con gambas, pollo, plátano y huevo que fue lo mejor de todo. Con el segundo plato, el segundo y último “mojito” de la barra libre.
De postre, un mousse de yogurt con mango y chocolate blanco que se podría defender.
El servicio es de estos que se les ve marcando la distancia de seguridad para que no les preguntes demasiado o tal vez para que no te excedas con la supuesta barra libre.
El precio de la comida con la bebida está en torno a los 25 Euros por persona que teniendo en cuenta las calidades mencionadas me parece carísimo.
Una mala experiencia en algo puede tener margen de mejora si tiene algo positivo pero creo que hace tiempo que no visitaba un lugar con tan poco a lo que agarrarse.
Valoración – 3/10
Es malisimo el garito. Lo de los mojitos no tiene nombre. Nosotros nos quejamos varias veces porque aparte de que no llevan alcohol es que se hacen los suecos