Lugar: Restaurante Álbora
Dirección: Calle Jorge Juán 33 – Madrid
Teléfono: 91 781 61 97
Web: http://www.restaurantealbora.com/
Anoche tuvimos la oportunidad de conocer el restaurante Álbora, uno de los lugares de moda en Madrid que en lo que era el Restaurante Sula y con los mismo propietarios, José Gomez de jamones Joselito y Cayo Martínez de conservas La Catedral de Navarra.
Le han dado una vuelta completa al establecimiento con el fichaje de David García (discípulo de Martín Berasategui) como jefe de cocina y con nueva dirección al frente de la sala.
El local está situado en la Calle Jorge Juan, en pleno Barrio de Salamanca, muy cerca de Kabuki Wellington. Exteriormente es precioso, con grandes ventanales en dos alturas que llaman la atención.
El interior del local tampoco le va a la zaga, diseño moderno, muy luminoso y con dos ambientes diferenciados. En la planta baja un ambiente más informal para tapear y en el que hay mesas bajas, mesas altas y una amplia barra con tapas a la vista y en la planta superior, el restaurante propiamente dicho con dos salas, una a cada lado del pasillo, en el que se encuentra la cava de vinos que produce un efecto visual muy atractivo. En uno de los salones tienen anexo un reservado. Se pueden dar cabida en torno a 70 comensales aproximadamente.
Nosotros cenamos en uno de los salones de arriba junto a uno de los ventanales. Muy acogedor con mesas amplias, bien vestidas y suficiente separación entre las mismas.
Su propuesta está basada en la cocina tradicional con toques modernos y presentaciones cuidadas. La carta no es muy extensa, con algunos platos de cuchara, seis o siete entrantes y diez platos principales (entre carnes y pescados)
Comenzamos con un aperitivo, con una vaso de chupito que era un gelee de garbanzos con crema de coliflor y tres opciones diferentes de pan.
Como entrantes, tomamos la ensalada de txangurro con láminas de bacalao al pil-pil y brotes de lechuga fresca que estaba bien y tomatito asado relleno de chipirón con rissoto en su tinta de calamar cuyo sabor no estaba a la altura de su presentación.
Como platos principales, un correcto steak tartare preparado en la sala y acompañado de patatas chips y pan tostado, unas kokotxas de bacalao al pil-pil con mejillones de roca y txacoli que estaban buenas y el rape a la parrilla con puré de tubérculos, caldo de setas de temporada y cítricos que es un plato de intenso sabor y que fue la mejor elección de todas.
Entre los postres, buenísima la torrija caramelizada con helado de plátano y canela, bien también la tarta de queso y algo por debajo de lo esperado el soufflé de chocolate.
Un gelee de jengibre con coco para terminar y dar paso a los cafés.
La carta de vinos muy solvente, con algunas referencias interesantes a precios de mercado y un muy buen servicio en mesa. Tomamos un Habla del Silencio (Extremadura) y luego cambiamos a un Barbazul de Arcos de la frontera (Cádiz) uno de mis favoritos. Ambos están en 18 Euros.
El servicio es muy bueno, destacando especialmente a Jonatan, un camarero gaditano con el que comparto la afición por los vinos andaluces y que nos amenizo partes de la velada con datos realmente interesantes.
El restaurante es de los que te apetece tomarte una copa ya que el ambiente es agradable y no te meten prisa. Las copas entre 8 y 12 Euros.
Lo mejor: El servicio y el ambiente.
Lo peor: No tiene aparcacoches y que teníamos unas expectativas algo más altas en algunos de los platos.
El precio de una cena con vino y postre estaría en torno a los 60-65 Euros por persona aproximadamente.
Valoración – 7,5/10
Nos decepcionó bastante tras las críticas buenas que habíamos leído. La cocina no sorprende nada y aunque es innegable que el sitio es muy bonito, es muy caro
Mis platos del 2013 « ESPACIOS SECRETOS
[…] escribiendo me acuerdo de platos que podrían estar en ambas listas como la torrija caramelizada de Albora entre los postres o el cangrejo de concha fina de Oam Thong que tantas veces pido así que espero […]
Excelente el trato por encima de todo y buena comida
Gran producto, gran ambiente, buena barra. Para repetir