Lugar: Restaurante Abac
Dirección: Avenida del Tibidabo 1 – Barcelona
Teléfono: 93 319 66 00
Web: http://www.abacbarcelona.com
Esta semana vamos con nuestra visita al restaurante Abac de Barcelona que en la actualidad ostenta dos estrellas Michelin y que desde el año 2010 tiene como jefe de cocina al chef Jordi Cruz que en el último año y gracias a su participación en el programa Masterchef se ha convertido en uno de los personajes televisivos del año y que fue el segundo cocinero más joven del mundo en conseguir una estrella Michelin.
Aprovechando que el cumpleaños de “la poli mala” de este blog caía en fin de semana decidimos viajar a la ciudad condal y pasarlo en Abac.
A modo de avance decir que gastronómicamente ha sido una de las mejores cenas de nuestra vida y que además tuvo un gran colofón pudiendo charlar un buen rato con el artífice de la misma y que además supo darle la vuelta a un error de la sala que podía haber quedado como un mal recuerdo en un perfecto fin de fiesta y en un gran recuerdo para la cumpleañera a la que le preparó una improvisada tarta de cumpleaños a modo de esférico tipo gin tonic en la propia cocina.
Y ahora rebobinamos en el tiempo para empezar por el principio que fueron más o menos 3 horas y media atrás ya que la cena fue larga (como tiene que ser)
El restaurante se encuentra situado en el interior del hotel del mismo nombre y tiene toda la fachada acristalada. Un diseño moderno que acompañado de los perfectos toques de luz te dan la bienvenida.
Al entrar a la recepción nos llevamos una pequeña decepción, ya que ese “enseguida les acompañamos a su mesa” se demora 15 minutos lo que teniendo en cuenta la categoría del restaurante me parece un fallo de coordinación entre otras cosas porque la zona de espera se encuentra cerca de la cocina y el trasiego de camareros semi corriendo no es lo que uno espera ver en los aperitivos. Aun así no prejuzgamos y nos tomamos una copa cava mientras esperamos.
Una vez en la mesa, apreciamos como el modernismo exterior gira hacia lo clásico con un salón con toques marrones, mesas redondas y amplias en un ambiente señorial.
Mientras terminamos con el aperitivo, hojeamos la carta y sus dos menús degustación: El menú Abac son 13 pasos y el Menú Gran Abac son 15 pasos. Intentamos que nos pusieran uno de cada pero tiene que ser a mesa completa por lo que optamos por el menú Abac.
Y comienza lo bueno, un menú largo y estrecho que iré detallando a continuación y que gastronómicamente fue impecable salvo algún plato y que conjuga los toques de vanguardia de la cocina de Jordi Cruz con un magnífico producto y ejecuciones y presentaciones perfectas.
Nitro Pasión También llamado pasión-jito. Una interesante manera de comenzar con coctel preparado con fruta de la pasión y nitrógeno líquido preparado en la propia mesa y que además de estar muy rico crea un espectáculo que siempre viene bien para animar. Pongo la foto del plato terminado aunque en Instagram podéis ver la que hice mientras los preparaban con el efecto que da el humo.

Nitro Pasión
Mejillones con esferificación de curry y caldo de setas con cítricos – Uno de los platazos de la noche, muy buenos los mejillones, potentísimo de sabor el caldo y gran contrapunto que da las esferas de curry.

Mejillones con esferificación de curry y caldo de setas con cítricos
Fina focaccia de foie y pichón royal y consome de caza aromatizado – Por un lado un crujiente relleno de mousse de foie y pichón de intensísimo sabor con una lámina de trufa y por otro el caldo muy rico.

Focaccia de foie y pichón royal y consome de caza
Brioche, anguila asada, alioli ahumado y mostaza japonesa – Para comer con las manos a modo de bocatín con el pan con la textura del pan chino frito y cuyos ingredientes se conjugan perfectamente.

Brioche frito, anguila asada, alioli ahumado y mostaza japonesa
Ñoquis de parmesano con láminas de trufa, láminas de champiñón y bergamota – Otro de los grandes platos de la noche en la que nuevamente vemos la técnica de la esferificación, esta vez con la pasta y sobre un agua de hongos con citronela. Plato redondo y del que me quede con ganas de repetir.

Ñoqui de parmesano , trufa, champiñones y bergamota
Bistec tártaro ahumado – Posiblemente el único plato que no nos convenció ya que presentan la una nieve de ternera aliñada que se prepara con la maquina que utilizan para los helados, yema cocinada, velo de mostazas y crujiente de pan a la pimienta. Nos comentó el camarero que se hace está preparación porque suele gustar a comensales que no comen el steak tartar al uso pero a los que si nos gusta como es mi caso, preferimos la otra versión ya que está no te dice nada.

Bistec tártaro ahumado
Lomos de bacalao, guisantes lágrima, tripita de bacalao y trufa negra – Gran producto perfectamente tratado al que le acompañan con unas texturas de cebolla.

Lomos de bacalao, guisantes lágrima, trufa negra y texturas de cebolla
Ostra con ternera, rabanitos y sake – Con este plato hubo división de opiniones ya que a mi personalmente me encantó, potencia de sabor a carne, textura gelatinosa pero mi acompañante que es mucho más aficionada que yo a las ostras echaba de menos mayor presencia de la misma que queda en un segundo plano completamente ninguneada por el sabor de la ternera.

Ostra con ternera, rabanitos y sake
Lubina asada con alcachofas – Perfecta de sabor y de punto, le acompañan unos berberechos, jugo de espinas aireado a la mantequilla y una salsa holandesa. Muy bueno en su conjunto.

Lubina asada con alcachofas
Liebre a la royal con foie gras y patata de cebolla fermentada – Un estupendo fin de fiesta antes de pasar al dulce y en el que cada uno de los cuatro componentes del plato tiene protagonismo por si solo y que combinándolos potencian los sabores. Otro plato redondo.

Liebre a la royal con foie gras y patata de cebolla fermentada
Bajo un velo de avellanas, vainilla, nata fresca, chocolate blanco y cítricos – Uno de esos postres que te cautivan y que a pesar de que han pasado algunos días desde que lo tomamos aun lo tengo en la memoria. Una combinación de sabores explosiva en la que fundamentalmente la avellana, el chocolate, el yuzu y unos toques de tocinillo de cielo le confieren una sabor impresionante. Sin duda el mejor postre que he tomado hace mucho tiempo y que te dan ganas de levantarte y aplaudir o al menos felicitar al artífice que hicimos posteriormente que restaba mérito a la preparación y resaltaba el producto. Yo con ese producto no preparo lo mismo, eso seguro.

Velo de avellanas, vainilla, nata fresca, chocolate blanco y cítricos
Irish Icecream, rocas de chocolate, posos de café y nubes de leche – El problema de platos como el anterior es que el siguiente siempre va a salir perdiendo porque aun sigues recreandote en lo que te has comido. Este postre es para los amantes al chocolate intenso, para mi gusto demasiado intenso.

Irish icecream, rocas de chocolate, posos de cafe y nubes de leche
Cristal de flores secas, crujiente de yogur, miel de flores y helado de violetas – Vaya maravilla de postre sutil, bonito, delicado y colorido por no decir que está buenísimo.

Cristal de flores secas, crujiente de yogur, miel de flores y helado de violetas
Para finalizar, con el café trajeron varias tandas de petit fours entre los que había un poco de todo, macarons, chocolates, etc y que el toque simpático lo ponía un pintalabios de fresa del restaurante que bien podría haber sido un souvenir de no ser porque el congelado y se derrite.
La carta de vinos está subida de precio y el servicio de vino no nos convenció ya que primeramente te ofrecen un maridaje de 13 copas por lo que optamos por pedir una botella de blanco del Penedés Finca Els Camps Macabeu de 2010 que estuvo bastante bien y finalmente con el postre, nos dieron a probar un moscatel que posteriormente no nos sirvieron porque no tenían más y nunca entendimos porque nos lo dieron a probar. Finalmente tomamos dos copas de un vino dulce, un Cos siciliano que no estaba mal pero no para 15 euros la copa.
El servicio es simpático, dicharachero, te explican todo al detalle pero tienen fallos que no deberían por lo que la sala queda muy por debajo de la cocina.
Finalmente fuimos a saludar a Jordi Cruz que fue encantador con nosotros y tuvimos la oportunidad de charlar un buen rato con él y además supo corregir un error de la sala que había olvidado la vela de cumpleaños que había indicado en la reserva y posteriormente recordado al maitre. Jordi nos llevó a su cocina y nos preparo unos esfericos de Gin Tonic o algo parecido con su vela de cumpleaños incorporada.
El precio de la cena fue de unos 175 euros por persona que teniendo en cuenta la experiencia gastronómica vivida y que se trata de un restaurante de dos estrellas Michelin damos por muy bien empleados y por supuesto volveríamos.
Valoración – 9/10
Enhorabuena por el post me ha gustado mucho.
Nosotros también notamos algunos desajustes en sala y en el tempo de los platos que no deberían ocurrir en los restaurantes de esta categoría y este precio pero lo cierto es que nosotros también comimos muy bien.
Nosotros también dormimos en el propio hotel y es una pasada. Lujo absoluto en todos los detalles al igual que en el restaurante.
En Abac pasamos la mejor cena de nuestra vida. No tengo más que elogios para este restaurante.
Mis Platos del 2014 « ESPACIOS SECRETOS
[…] 1- No he podido decantarme por uno o por otro y por eso pongo los dos: Por un lado, la sutileza, el colorido y la presentación de este Cristal de flores secas, crujiente de yogur, miel de flores y helado de violetas y por otro la explosión de sabores y contrastes del cítrico con el chocolate, la avellana y el dulce del Velo de avellanas, nata fresca, chocolate blanco y yuzu. Ambos postres del Restaurante Abac de Barcelona […]