Lugar: Restaurante Nakeima
Dirección: Calle Meléndez Valdés 54 – Madrid
Teléfono: 620 70 93 99
Al igual que ocurriese la semana pasada con el Restaurante Aldaba, la recomendación gastronómica de hoy viene precedida de dos visitas casi consecutivas lo que ya de por sí es una dato para añadir en el haber de ambos lugares.
Si bien Nakeima se autodefine como dumpling bar en su tarjeta de visita es en la otra cara de la misma tarjeta donde todo cobra sentido: “Free style asian food”, un lugar donde dan rienda suelta a su imaginación cuando se reúnen a tomar unas cervezas y lo plasman posteriormente en los fogones.
Situado en el Barrio de Argüelles, se trata de un local no muy grande en el que se dan cabida a 20 comensales por servicio entre barra y dos mesas altas.
Tras su estreno se ha convertido en uno de esos lugares tocados por la varita mágica que llena en cada servicio y cuya fórmula funciona. Esta no es otra que comida muy rica en un ambiente distendido en el que te lo pasas bien mientras conversas con el personal de Nakeima y los demás comensales.
No reservan por teléfono y media hora antes de cada turno (13,30 y 20,30) salen para tomar los nombres de las personas que esperan en su puerta para obtener un sitio.
Yo soy poco de esperar colas y reconozco que tras haber escuchado y leído que poco menos que había que acampar en la puerta para comer no lo tenía entre las prioridades pero no sé si será la época estival o qué pero en mis dos recientes visitas en horario de comida no hubo que esperar ninguna cola. Me comentaron que van a abrir una zona de mesas en la parte de arriba para menú degustación en la que si se podrá reservar.
Y llegamos a la parte más interesante que es la de sentarse y empezar a comer. No tienen carta sino que uno de los camareros-cocineros te dice lo que tienen y te va tomando nota.
Van cambiando continuamente los platos aunque al haber ido dos veces prácticamente seguidas si he podido repetir algunos de ellos. A continuación comentaré un poco los platos que yo he probado que quien sabe si estarán o no en mi próxima visita o en la vuestra, pero ahí van:

Rollito
Como entrantes y para abrir boca no hay que dejar de pedir el rollito y el wonton de gambas, el primero de masa muy suave y nada que ver con esos rollitos grasientos tan típicos de los restaurantes chinos. El wonton son dos bocaditos de masa frita bastante suave también rellena de gambas y acompañados de una salsa agridulce.

Wonton de gambas
A continuación pasamos al palo, una brocheta de pollo de las de toda la vida que ahora se llama yakitori que va a la parrilla con ají amarillo y cacahuete. Muy buena.

Palo
El turno de los nigiri (los preparan a la vista del comensal) que en la primera visita nos pedimos 4 cada uno: gambas al ajillo, atún, ibérico y de txitxarro. El de gambas al ajillo es muy bueno y lo repetimos en la segunda visita. El ibérico también era para nota con una panceta terminada a soplete riquísima pero que en la segunda visita no tenían y que cambiamos por el carnívoro con huevo de codorniz cuya combinación nos conquistó. El de atún y el de txitxarro no me dijeron demasiado.

Nigiri
El pez mantequilla con un toque de brasa y servido en tataki con huevas de pez volador es de los que pediría siempre y que también terminan en la barra.

Tataki de pez mantequilla
Del bunwick de Mr Chang me comería varios y me llevaría otros tantos para la merienda. Panceta cocinada al vacío durante varios días, hoisin, pepino y cebolleta china con el pan chino al vapor y frito.

Bunwich Mr Chang
No le va la zaga el bocata de calamares con un bao al vapor, calamares salteados al wok con alioli de ajonegro y piel de pollo. De estos también me llevaría para la merienda.

Bocata de calamares
El mejor plato de todos que he tenido la ocasión de probar en las dos ocasiones es el plato de oreja que va cocinada al vacío y kimchi (col coreana) sobre una base de espuma de patata espectacular. Para comerlo una y otra vez.

Oreja y Kimchi
El último plato en la primera visita fue un curry verde de codillo que no nos convenció y en la segunda visita optamos por la papada ibérica con crema de berenjenas, salsa de anguila y ojos de dragón (lichis) que también nos gustó mucho.

Papada ibérica
La parte de los dulces es muy visual pero en ambos casos muy lejos de la parte salada en lo que al sabor se refiere. En la primera visita tomamos la piña asada salteada con canela y clavo y lleva un jugo de pimiento asado y una pasta cremosa de chocolate blanco y whisky.

Piña asada
En la segunda visita, optamos por el Cheesecake in your face. Un deconstrucción de la tarta de queso prepara delante del comensal cuya diferencia radica en la pimienta que le agregan a la crema de queso.
El servicio lo forman los camareros-cocineros que interactúan con el comensal y que son parte de esta cada vez más de moda forma “canalla” de atender al cliente, cantando los platos y explicándolos posteriormente al detalle y que tanto recuerda a lo que ocurre en StreetXo.
No tienen carta de vinos y disponen de 3 o cuatro referencias para la ocasión que también sirven por copas. Sin duda merece la pena pedir las botellas ya que los precios de las mismas son contenidos mientras que si las pides por copas la cosa se dispara. Nosotros en la segunda visita dimos buena cuenta de un par de botellas de un Riesling que tienen en 16 Euros y pidiendo más o menos lo mismo nos salió más barato que en la primera visita que pedimos por copas y bebimos menos.
El precio en el caso de Nakeima puede ser muy variable dependiendo del tipo de comensal que seas pero si eres de los míos y te gusta probar lo máximo posible el precio está entre los 40-50 Euros por persona con botella de vino lo que me parece una muy buena relación calidad precio para la experiencia que sin duda recomiendo.
Valoración – 7/10
A mi me gustó cuando fui hace unos meses pero lo de la cola me echó mucho para atrás y no volví. Será el momento de hacerle una segunda visita si la cosa se ha tranquilizado
Me encanta Nakeima
¡¡¡Qué miedo da la foto de la papada!!! La describiste a la perfección anoche…jaja
jeje , me dijeron que era la salsa de anguila. Es curioso !!
Nosotros hemos ido a Nakeima ya cinco veces y es una maravilla. Siempre pedimos todo lo que tienen, siempre está todo genial!! Una maravilla!!!
Me encanta Nakeima. No siempre estoy de acuerdo con el modo de gestionar las reservas y lo de las colas pero es lo que hay. Una vez dentro, es imposible no disfrutar
Supongo que será una cuestión de expectativas y de lo mucho que se habla de este sitio pero a mí me pareció simplemente correcto.
Si fuese una barra a la que una pueda acercarse a tomar algo en cualquier momento bien pero ese ritual de esperar cola en la calle para una comida justita NO!!!!!
@Por los pelos
Tal vez el éxito les ha superado pero a mí la última vez que fui me dejó un poco frío y amigos a los que les he recomendado me han dicho lo mismo. Una pena!!