Lugar: Restaurante Nimú Azotea
Dirección: Calle General Lafuente sn
Teléfono: 987 20 67 00
Web: www.nimuazotea.com
Si hace unos días os recomendaba el Restaurante Casa Mando para aquellos que quisieran darse un verdadero homenaje gastronómico en León, hoy volvemos a la capital leonesa para hablar de Nimú Azotea, un restaurante perteneciente al mismo grupo pero con un perfil diferente enfocado mas al picoteo o las comidas informales en el que sus vistas marcan la diferencia.
Nimú Azotea se encuentra situado en el Hotel Conde Luna de León y se accede a través de un ascensor en la calle lateral que nos conduce a la azotea sin necesidad de entrar en el hotel.
Como podemos leer al entrar en su página web , de Madrid … al cielo de León y es que tras abrir hace tres años en la planta del Hotel Adler de Madrid el exitoso restaurante Nimú Bistró, decidieron subir a los cielos leoneses en 2014 y siguiendo en gran medida el modelo madrileño optaron esta vez por mostrarnos las mejores vistas que un restaurante pueda ofrecer en León convirtiéndolo casi en una postal de la mismísima Catedral.
Nimú Azotea también ha sido decorado por Pascua Ortega y cuenta con diferentes espacios para comer o cenar ya sea en su terraza o en el interior dependiendo de la época del año y de las necesidades.
La carta de Nimú Azotea se asemeja bastante a la de Madrid con algunas excepciones y mantiene su propuesta de cocina de temporada que adapta el recetario tradicional a la gastronomía actual ya sea en su versión restaurante o en la de bar de tapas.
Nosotros para nuestra cena de amigos optamos por el interior del restaurante y pedimos todo para compartir. Comenzamos con la burrata con granada y aguacate que es una divertida versión de presentarla y que no defrauda.
Un clásico de esta casa y que aunque ya tuve la oportunidad de probar en Madrid no me resistí a volverlos a pedir son los niguiris de huevo frito de codorniz con trufa que llevan unas pipetas de soja aparte para insertar en el arroz. Divertido y rico.
Finalizamos el primer acto de la velada con unas croquetas de jamón.
Como plato principal opté una vez mas (debo estar cerca de batir algún record Guinness) por pedir un steak tartare. Buena materia prima con una buena dosis de potencia como a mí me gusta, que te traen previamente para que pruebes tal y como mandan los cánones de este plato.
Para los que prefieran pescado, el virrey a la plancha es una gran opción a tener en cuenta y que gustó tanto a mis acompañantes que apenas me lo dejaron probar.
En Nimú Azotea hay que abrir un apartado especial cuando llegan los postres ya que en esta casa el dulce es casi religión y los tratan y cuidan con gran mimo.
Desde unos mini helados artesanos de diferentes sabores pasando por una muy rica versión del arroz con leche requemado o la conocida como pecera de Miguel que recuerda a un postre que Diego Guerrero mostrase en el Club Allard para finalizar con las más sorprendente versión de un brownie de chocolate que yo haya visto hasta la fecha y donde el bizcocho sale del interior de un huevo como si de un pollito se tratase. Toda una puesta en escena para un postre rico que hay que pedir en todos los casos.
En Nimú Azotea apuestan por una sala con profesionales jovenes amables que cumplen con nota y por una carta de vinos con mas de 50 referencias donde nosotros dimos cuenta de Señorío de Nava, un reserva de 2010 D.O Ribera del Duero.
El precio de una cena con vino y postre está en torno a los 25-30 euros que teniendo en cuenta lo agradable del local y sobre todo sus vistas me parece un precio muy adecuado.
Si pasáis por León no dejéis de subir a esta gastronómica Azotea que hay muchas cosas que ver y que comer.