La ciudad de León fue capital española de la gastronomía durante el año 2018, y yo cada vez que voy tengo más claro que a esta ciudad y a su gastronomía les deberían conceder el título de forma vitalicia ya que en pocos lugares se vive la gastronomía de esta manera.
La gran mejora del servicio ferroviario en los últimos años la ponen a tiro de poco más de 2 horas de ciudades como Madrid lo que la convierte en objetivo perfecto para pasar un fin de semana o un puente. La estación del tren está muy próxima al centro de la ciudad lo que nos permite aprovechar el tiempo al máximo.
La calle Ancha divide el centro histórico en dos barrios, el Barrio Romántico y el Barrio Húmedo, en este último el porcentaje de bares, tabernas y restaurantes supera al de casi cualquier lugar, de hecho hay un bar al que se accede desde otro bar.
– ¿Donde dormimos en León? –
En mi más reciente visita tuve la oportunidad de conocer el hotel Alfonso V (Avenida del Padre Isla, 1) un hotel de 4 estrellas situado en pleno centro, un establecimiento clásico de casi 100 años de antigüedad que ha sido reformado hace muy poco tiempo y que combina clasicismo con vanguardia en sus 62 habitaciones que están perfectamente equipadas. Desde algunas de ellas se puede ver el esplendor de la Catedral de León.
Otra gran opción es el Hotel Conde Luna de 4 estrellas (Avenida de la Independencia, 7) situado también a pocos metros de la Catedral, la Colegiata de San Isidoro y el Barrio Húmedo. En su interior encontramos algunos de los mejores restaurantes de la ciudad como Casa Mando o Nimú Azotea.
– ¿Donde tapeamos en León? –
Coloquialmente en la zona se suele decir “ir de cortos” o “ir de vinos” y hay que hacer hueco en nuestras agendas y en nuestros estómagos para al menos dedicarle unas horas al maravillo arte de tapear. En León tienen la buena costumbre que la tapa es cortesía de la casa acompañando la bebida.
La oferta es tan amplia que los bares tienden a especializarse con sus tapas, de manera que se crean verdaderas rutas alrededor de la misma. El salmorejo de Camarote Madrid (C/ Cervantes, 8 ), el lacón asado de la Taberna Flandes ( C/ Cid, 4) las patatas fritas con ajo y pimentón que hacen en El Flechazo (C/ Cardiles, 2) , las croquetas de El Rebote ( Plaza San Martín, 9) o las pizzas de La Competencia (C/Matasiete 9). Si tenéis la ocasión, merece la pena tomarse algo en El Grifo, un clásico de la Plaza del Grano y si hay sitio probar las morcillas de La Bicha en la Plaza de San Martín, un pintoresco lugar que cuelga el cartel de aforo completo y la gente hace cola en la puerta esperando turno para entrar.
– ¿Donde comemos en León? –
Si bien cuando de tapear se trata me gusta ir probando de aquí y de allá, cuando me siento en una mesa para una velada de comida o cena, prefiero apostar por valores seguros y cada vez que tengo la oportunidad de visitar León mis visitas obligadas son Casa Mando, Nimú Azotea y Lav, que cada uno en su estilo son garantía de éxito.
Para una comida de negocios o simplemente para darse un buen homenaje con los mejores productos de la tierra os recomiendo que visitéis Casa Mando (C/ General Lafuente, sn) , ese lugar que ya hace unos años definí como el gran restaurante de León y que cada año me gusta más. En mi última visita hace pocas semanas pude comprobar como siguen en gran forma algunos de sus clásicos de los que ya os hable en enlace sobre estas líneas, (Cecina, morcilla acompañada de patatas paja, picadillo con huevos rotos) y probar algunos platos nuevos con motivo de las jornadas de las legumbres como las alubias pintas con hongos y foie, los garbanzos pico pardal con pulpo o las verdinas con trufa y papada. Perfectas ejecuciones en todos los casos y presentadas al centro y repartidas a cada comensal como mandan los cánones de un excelente servicio de sala.
Como plato principal optamos por dar cuenta de su chuletón al que hace tiempo le tenía ganas y cumplió con las expectativas.
Finalizamos la experiencia con una oda al mundo del dulce con algunos de sus postres estrella. Sin duda no podéis dejar de probar sus fresas gratinadas con mascarpone y el soufflé Alaska que flambean en la mesa.
Para una cena informal y desenfada con vistas a la Catedral de León, hay que visitar el restaurante Nimú Azotea, al que se accede desde el hotel Conde Luna o desde la calle General Lafuente. Nimú Azotea es un lugar en el que se respira buen rollo desde el primer minuto gracias a su ambiente distendido, la música de fondo y sobre todo por el amabilísimo servicio de sala que encabeza Celia, siempre con una sonrisa en la cara.
Lo suyo en Nimú Azotea es pedir raciones para compartir y probar lo máximo posible como hicimos nosotros. Entre los platos más destacados, sus nigiri de huevo de codorniz con trufa, la tortilla vaga de chorizo picante de León y piparras, el cazón en adobo con alioli de ajo negro, el steak tartare o el entrecot laminado con tuétano asado. De postre, a mi lo que más me gusta es la pecera de Miquel que lleva un poco de todo y el coulant de Ferrero Rocher.
Si al finalizar la cena os apetece tomar una copa, bajad al bar americano del hotel a conocer a Manolín, una institución en León cuando de servir copas se trata y cuyas historias bien merecen alargar un poco la velada.
El último en llegar al panorama gastronómico de la ciudad es el restaurante LAV (Avenida del Padre Isla, 1) un restaurante innovador en la ciudad del que ya os conté sus orígenes y su concepto en este enlace. Dos años después de su apertura el restaurante ha sido reconocido con la Bib Gourmand por la Guía Michelin por su excelente relación calidad/precio. Si bien estoy de acuerdo con esta guía que reconoce a restaurantes en los que se come bien a precios moderados, creo que la Guía Michelin se queda muy corta en este caso ya que la propuesta que encabezan Javier del Blanco en cocina y Daniel Giganto en sala bien merece la preciada estrella y se me ocurren más de una veintena de restaurantes con estrella Michelin cuyo nivel está por debajo de la experiencia que a día de hoy se vive en LAV.
No dejéis pasar la oportunidad de vivirla que merece mucho la pena. Nosotros en la última visita tuvimos la oportunidad de probar el menú de grandes éxitos que reúne los platos que más han gustado en el ejercicio anterior, y no tiene desperdicio. Entre otros probamos el bombón de foie con cecina y membrillo, garbanzos con foie, setas y trufa, atún con salsa de aceitunas o un algodón de azucar con helado de cítricos preparado en la mesa.