Lugar: Restaurante Arrabal
Dirección: Plaza Mayor 23 – Madrid
Teléfono: 91 862 94 89
Aunque muchos dirán aquello de que parece que fue ayer cuando disfrutábamos de la oferta gastronómica que ofrece nuestro país, lo cierto es que mi sensación personal es bien distinta y se me ha hecho eterno el confinamiento. No es casualidad que el primer lugar que visitase en Madrid tras la reapertura de las terrazas fuese el restaurante Arrabal y su privilegiada situación en la Plaza Mayor, posiblemente el lugar más emblemático de la ciudad que en la situación actual transmite una sensación atípica e impresionante donde la ausencia de turistas te permite contemplarla desde un prisma pocas veces visto de tranquilidad y sosiego.
Si bien aquí se trata de hablar de gastronomía y estilo de vida me voy a permitir la licencia en este primer post de la nueva era de recordar a todos aquellos que no lo han superado y seguir pidiendo responsabilidad personal para lo que todavía nos queda.
El atardecer en Madrid es precioso y tras un paseo por el Madrid de los Austrias nos dirigimos hasta la que antiguamente llamaban Plaza del Arrabal y que desde el año 1812 conocemos como la Plaza Mayor. Como mencionaba anteriormente está tranquila. Felipe III a su caballo nos saluda sorprendido, ya nos conoce pero hacía tiempo que no nos veía. Nos echaba de menos, nosotros a él también. Con respecto al lugar que cenaremos no tenemos dudas, conocimos el restaurante Arrabal cuando abrió y sabemos que cenaremos bien ya que se propusieron cambiar la imagen gastronómica que se tiene de la zona y sin duda lo están consiguiendo.
Nos sentamos en la terraza con algo de sol todavía, aun queda un rato de luz natural y hay que aprovechar para hacer alguna foto. Al oscurecer aparece la magia de la noche iluminada pero no nos engañemos hacer fotos de los platos se complicará.
Tras el aperitivo vamos directos a comprobar la forma en la que ha vuelto la cocina del restaurante y comenzamos con unas tremendas croquetas de rabo de toro que saben a gloria bendita. Nos comenta el camarero que la gente pide en formato bocadillo el guiso de rabo de toro con el que se preparan las croquetas. Sin duda algo que debo probar más adelante.

Croquetas de rabo de toro
Continuamos con uno de los fijos de esta carta, las berenjenas en tempura sobre una cama de hummus y miel de caña. El contraste de sabores es rico aunque en este caso la fritura me hubiese gustado algo más fina.

Tempura de berenjena
En el apartado de platos principales, me han gustado mucho sus nuevas propuestas que mezclan sabores y texturas. De pescado probamos una estupenda merluza cocinada a baja temperatura sobre una parmentier y verduras a la brasa y de carne, una más que interesante presa ibérica aompañada de crema de boniato y el jugo de la propia carne. En este punto de la velada la oscuridad había hecho acto de presencia por lo que las fotos no son todo lo buenas que me hubiese gustado.

Merluza a baja temperatura

Presa ibérica
Es obligatorio dejar sitio para el postre ya que preparan una excelente crema catalana. Uno de esos clásicos que si está bien hecho nunca falla.

Crema catalana
En esta nueva etapa el restaurante Arrabal ha apostado por potenciar la parte de la coctelería y puedes disfrutar en su bonita terraza de un mojito, una rapsberry Collins o una piña colada a la brasa por un precio de 7,50 euros o como hicimos nosotros, tomarte un rico sorbete de maracuyá mientras disfrutas de la noche.

Sorbete de maracuyá
Siempre le he dado mucha importancia al servicio de sala y como ya he comentado previamente en las redes sociales, los nuevos protocolos de seguridad son importantes y creo que el comensal debe percibir esa seguridad que el restaurante transmite tanto en la parte higiénica como en la parte de la distancia entre las mesas. En el restaurante Arrabal tuvimos en todo momento la sensación de que se hacen las cosas bien.
La excepcionalidad de la situación ha llevado al restaurante Arrabal a intentar ajustar los precios de sus platos lo máximo posible además de ampliar su oferta gastronómica a las nuevas demandas del mercado por lo que ofrece la posibilidad de optar por el delivery de la mayoría de sus platos así como la creación de una carta específica en la que podemos encotrar 7 desayunos diferentes (Arrabal, castizo, continental, vegano, saludable, benedictino e ingés ) con bollería y tartas de elaboración propia.
Sin duda un lugar muy recomendable para disfrutar en pareja, con la familia o con los amigos y una perfecta excusa para darse una vuelta por la Plaza Mayor.